Arquitectura: Disciplina que trasciende lo material
Con un lápiz y un papel, trazó un universo de sueños, un cosmos de ilusiones…
¿Qué hace un arquitecto? ¿Por qué es crucial contratar uno al construir? En nuestro país, muchos aún desconocen estas respuestas. La arquitectura nace de la necesidad de cobijo y protección contra el tiempo y las amenazas. Con el tiempo, y al volverse sedentarios, los humanos crearon edificaciones más permanentes, estableciendo así la figura del arquitecto para organizar y dirigir el trabajo. En sus comienzos, la arquitectura se limitaba a ciudades pequeñas, pero con civilizaciones como la antigua Grecia, los arquitectos pasaron de ser trabajadores a aliados de los emperadores en la construcción de estructuras con valor religioso e institucional. Figuras como Ictino y Calícrates, quienes diseñaron el Partenón, o K’inich Janaab’ Pakal, el arquitecto-rey Maya, son testimonio de esto.
En el periodo gótico, arquitectos como Guillermo de Sains crearon maravillas como la Catedral de Canterbury. Durante el Renacimiento, Gian Lorenzo Bernini, patrocinado por reyes y papas, construyó la Plaza de San Pedro. En tiempos modernos, Antoni Gaudí y Frank Lloyd Wright erigieron monumentos que siguen siendo referentes globales en arquitectura. Entonces, ¿por qué, en nuestro país, los arquitectos son vistos como simples “firmadores de planos”? ¿Cuál es la diferencia entre firmar un plano y diseñar, planificar y asesorar una obra? Y, ¿qué distingue a un arquitecto de un ingeniero civil?
El diseño arquitectónico es un proceso como una relación amorosa. Si hay buena comunicación y respeto, el resultado será positivo. El proceso se divide en tres etapas: estudios preliminares y anteproyecto, donde se realiza una primera propuesta y se visitan los terrenos; planos constructivos y visado, con detalles y la firma del profesional; y dirección técnica, con inspecciones periódicas para asegurar la ejecución correcta de los planos.
Si el diseño y la construcción exigen tanto trabajo y responsabilidad, ¿por qué se cree que una simple firma es suficiente? Esto puede deberse a varios factores: la falta de trayectoria arquitectónica en el país, el costo de las multas por construcción sin visado, la falta de comprensión del valor del buen diseño, y la competencia desleal de profesionales que cobran menos por el visado.
El arquitecto se enfrenta a una encrucijada: cobrar lo justo o firmar planos a ciegas para sobrevivir. La segunda opción lleva a un círculo vicioso de mediocridad estética y funcional. Además, se confunden arquitectos con ingenieros. El arquitecto combina arte y ciencia, mientras que el ingeniero se enfoca en la viabilidad estructural. Ambos roles son esenciales y deben trabajar en armonía.
La arquitectura actual se adorna de términos como sostenible o minimalista, pero su esencia permanece inmutable. Louis Khan decía que el espacio “quiere ser” y al respetar su identidad se evita el conflicto entre sus formas y usuarios. La arquitectura es una necesidad vital, y contar con un buen arquitecto es tan crucial como tener un buen médico. Atrévase a experimentar la magia de crear espacios que sean una extensión de nuestra personalidad y comunidad.